Cómo ayudar a los niños a adaptarse a la rutina de verano tras el cole

El final del curso escolar marca el inicio de una nueva etapa: las vacaciones de verano. Este cambio en la rutina puede ser emocionante para muchos niños, pero también puede generar incertidumbre, desregulación emocional y dificultades de adaptación, especialmente en aquellos que necesitan mayor estructura diaria, como los niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA), TDAH u otras necesidades específicas.

Como profesionales de la psicología infantojuvenil, sabemos que el verano es un momento que puede suponer un reto para muchas familias. Por eso, te compartimos algunas estrategias útiles para facilitar esta transición y ayudar a los niños a disfrutar de la nueva rutina de verano de forma saludable.

¿Por qué el cambio de rutina en verano puede ser difícil para los niños?

Durante el curso escolar, los niños tienen horarios muy estructurados: entradas, salidas, clases, actividades, recreos… Al terminar el colegio, esta estructura desaparece, lo que puede provocar:

Sensación de descontrol.
Dificultades para regular el sueño y la alimentación.
Mayor ansiedad ante la falta de previsibilidad.
Resistencia a nuevos planes o actividades.
Estos cambios pueden afectar a cualquier niño, aunque en algunos casos, como en el TEA, la falta de rutina puede generar desajustes emocionales más intensos.

Aquí te damos algunas estrategias para facilitar la adaptación a la rutina de verano:

· Anticipar y planificar el verano
Hablar con los niños sobre lo que pasará durante el verano les da seguridad. Puedes utilizar calendarios visuales, agendas o simplemente explicar qué días tendrán actividades, vacaciones o tiempo libre.

· Mantener algunas rutinas básicas
Aunque cambie la estructura diaria, es recomendable conservar horarios estables para las comidas, el sueño y algunas actividades diarias. Esto proporciona puntos de referencia y seguridad.

· Ofrecer actividades predecibles
Buscar actividades que puedan repetirse semanalmente ayuda a mantener cierta estructura. Por ejemplo, talleres, campamentos urbanos o actividades al aire libre que se realizan de forma regular pueden ser muy útiles.
En muchas ciudades, como Jerez de la Frontera, existen opciones de campamentos inclusivos y actividades adaptadas a las diferentes necesidades.

· Flexibilizar sin perder del todo los límites
El verano es una oportunidad para relajarse, pero los límites claros siguen siendo necesarios para que los niños se sientan seguros.

· Dedicar tiempo al descanso
No llenar todo el verano de actividades. El aburrimiento también forma parte del crecimiento y favorece la creatividad.

¿Y si aparecen dificultades?

Es normal que algunos niños necesiten más tiempo o apoyo para adaptarse a los cambios. Si notas que le está costando mucho gestionar las nuevas rutinas o si presenta malestar emocional prolongado, es recomendable buscar orientación profesional.

Muy pronto, desde nuestro centro de psicología infantojuvenil «TE AYUDO» en Jerez de la Frontera, ofreceremos un espacio de acompañamiento especializado para ayudar a las familias a afrontar estas situaciones con tranquilidad y confianza.

El verano es una gran oportunidad para que los niños vivan experiencias diferentes y aprendan a adaptarse a nuevos ritmos. Lo más importante es acompañarlos con paciencia, ofrecer estructura y permitirles disfrutar de esta etapa de manera saludable.

Si quieres estar al tanto de la apertura de nuestro centro en Jerez de la Frontera o recibir más consejos personalizados, estaremos encantados de acompañarte muy pronto.