La llegada del diagnóstico de un Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) puede ser una mezcla de alivio e incertidumbre. A menudo, una familia siente que por fin tienen una explicación, pero a la vez se les presenta un camino lleno de dudas: ¿qué implicará esto para el día a día de mi hijo? ¿Cómo puedo apoyarle mejor?
En esta publicación queremos ofrecer una visión clara y accesible sobre el TEA en la infancia, cómo puede manifestarse de diferentes maneras y cómo podemos acompañar a cada niño en su propio proceso.
¿Qué es el TEA?
El TEA es un trastorno del neurodesarrollo que afecta especialmente la comunicación, la interacción social y la flexibilidad en pensamientos y conductas.
Aunque cada niño con TEA es único, es habitual observar:
- Dificultades para comprender y usar el lenguaje no verbal (gestos, miradas).
- Preferencia por rutinas y resistencia a los cambios.
- Intereses muy focalizados o conductas repetitivas.
La importancia de la detección e intervención temprana
Detectar el TEA de forma temprana, idealmente en los primeros años de vida, puede marcar una gran diferencia en el desarrollo del niño. La investigación actual señala que, en algunos casos, los primeros signos pueden aparecer incluso antes del primer año, especialmente en niños con antecedentes familiares.
Cuando las intervenciones comienzan a edades tempranas, se aprovecha la alta plasticidad cerebral de esta etapa, es decir, la capacidad del cerebro infantil para adaptarse, reorganizarse y aprender nuevas habilidades de forma más rápida y eficaz. Este es el momento en el que el acompañamiento especializado puede tener un mayor impacto en el desarrollo comunicativo, social y emocional.
Por eso, cuanto antes se empiece a ofrecer apoyo especializado, mayores son las posibilidades de potenciar habilidades y favorecer el bienestar a largo plazo.
Intervenciones recomendadas
Las intervenciones más recomendadas para acompañar a los niños con TEA son aquellas que se adaptan a sus necesidades específicas. No existe un único enfoque, ya que cada niño es diferente, pero sí contamos con programas y estrategias que han demostrado ser eficaces.
Entre ellas se encuentran los programas estructurados y visuales, como el enfoque TEACCH, que utiliza rutinas, agendas visuales y espacios organizados para facilitar la comprensión y favorecer la autonomía. También es habitual utilizar el Análisis Conductual Aplicado (ABA) y modelos naturales como el Early Start Denver Model (ESDM), que ayudan a mejorar la comunicación, las habilidades sociales y el aprendizaje a través de juegos, refuerzos positivos y situaciones cotidianas.
En muchos casos, se incorporan sistemas de comunicación aumentativa como PECS, que permiten a los niños comunicarse mediante imágenes de forma funcional, especialmente en los primeros años. También realizamos intervenciones específicas para potenciar las habilidades sociales y mejorar la interacción con su entorno. Además, se trabaja la psicomotricidad para favorecer la coordinación motora y el desarrollo corporal, siempre adaptándonos a cada niño.
En algunos casos, también pueden explorarse actividades complementarias como el yoga o el mindfulness adaptados a la infancia, que han mostrado beneficios en la regulación emocional y la atención. Estas propuestas se valoran siempre en función de las necesidades, preferencias y el ritmo de cada niño.
Es importante recordar que el acompañamiento no solo se centra en el niño. La formación y el apoyo a las familias son esenciales para que puedan aprender estrategias prácticas y sentirse seguras en el día a día.
¿Qué pueden hacer las familias tras el diagnóstico?
Recibir un diagnóstico de TEA puede generar muchas dudas en las familias sobre qué pasos seguir. Lo más importante es saber que no están solas y que hay recursos y apoyos disponibles que pueden marcar una gran diferencia.
Un buen primer paso es buscar acompañamiento profesional especializado, desde psicología infantil o logopedia, hasta programas de atención temprana y espacios donde se trabaje de forma adaptada a las necesidades del niño.
También es muy útil establecer rutinas visuales y anticipadoras. Ayudar al niño a entender lo que va a pasar mediante pictogramas, agendas o apoyos visuales le aporta seguridad, reduce la ansiedad y le permite organizar mejor su día a día.
Además, es importante crear entornos inclusivos y adaptados, tanto en casa como en las actividades de ocio. Espacios y actividades ajustadas a sus intereses y ritmos favorecen que el niño se sienta cómodo y pueda participar con mayor confianza.
Por último, muchas familias encuentran gran alivio en compartir su experiencia con otras familias. Formar parte de grupos de apoyo o redes donde puedan expresar sus emociones y recibir orientación práctica puede ser una fuente de acompañamiento muy valiosa.
¿Qué encontrarás en Te ayudo?
En nuestro centro de psicología Te ayudo en Jerez de la Frontera, acompañaremos a las familias y a los niños con un enfoque cercano, adaptado y siempre desde el respeto.
Ofreceremos evaluaciones y diagnósticos tempranos realizados por psicólogos infantiles especializados, así como intervenciones personalizadas ajustadas a las necesidades de cada niño.
También daremos mucha importancia a la formación y el acompañamiento a las familias, ofreciendo recursos sobre rutinas visuales, manejo emocional y estrategias para favorecer la inclusión en el día a día.
Además, crearemos grupos y espacios adaptados para niños con TEA, donde podrán desarrollar habilidades sociales, comunicativas y emocionales a través juegos, actividades dinámicas y propuestas adaptadas a sus necesidades.
El acompañamiento profesional y afectivo durante el proceso del TEA marca la diferencia en la calidad de vida de niños y familias. Con una detección precoz, intervenciones adecuadas y un entorno emocionalmente consciente, se pueden potenciar las fortalezas de cada niño y apoyar su desarrollo de forma integral.
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Referencias:
- American Academy of Pediatrics (AAP). (2020). Identification, Evaluation, and Management of Children With Autism Spectrum Disorder. Pediatrics, 145(1). https://doi.org/10.1542/peds.2019-3447
- Bondy, A., & Frost, L. (2001). The Picture Exchange Communication System. Behavior Modification, 25(5), 725–744.
- Centers for Disease Control and Prevention (CDC). (2022). Treatment and Intervention Services for Autism Spectrum Disorder. https://www.cdc.gov/ncbddd/autism/treatment.html
- Gokul, A., Maheswaran, S., & Preetha, P. (2024). Effect of yoga on motor and behavioral skills in children with autism spectrum disorder: A randomized controlled trial. Journal of Exercise Rehabilitation, 20(1), 17–25. https://doi.org/10.12965/jer.2346084.042
- Mesibov, G. B., & Shea, V. (2010). The TEACCH Program in the Era of Evidence-Based Practice. Journal of Autism and Developmental Disorders, 40(5), 570–579.
Rogers, S. J., & Dawson, G. (2010). Early Start Denver Model for Young Children with Autism: Promoting Language, Learning, and Engagement. The Guilford Press.