PSICOLOGÍA
INFANTOJUVENIL
¿CÓMO
PODEMOS
AYUDARTE?
TE ACOMPAÑAMOS
En el área de la psicología infantojuvenil, nuestro propósito es acompañar tanto al niño o adolescente como a su familia en el camino hacia el bienestar emocional. Trabajamos juntos para descubrir herramientas que se adapten a sus necesidades particulares, siempre teniendo en cuenta su entorno, sus ritmos y sus características individuales.
Creemos firmemente que la familia es una parte fundamental en este proceso, por eso nos implicamos de manera cercana con ella en cada paso. Además, siempre que sea posible y con el consentimiento adecuado, nos gusta colaborar y coordinarnos con otros profesionales que formen parte de la vida del niño, como profesores o pediatras y ofrecer un apoyo integral y coherente.
¿QUÉ DIFICULTADES ATENDEMOS?
En nuestro espacio de psicología abordaremos una amplia variedad de dificultades que pueden surgir en la infancia y adolescencia. Cada proceso es único, por eso ofrecemos un acompañamiento adaptado a cada necesidad
- Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)
- Trastorno del Espectro Autista (TEA)
- Retraso madurativo
- Trastorno de conducta alimentaria (TCA)
- Encopresis y enuresis (control de esfínteres)
- Mutismo selectivo
- Problemas de conducta
- Problemas de autocontrol e impulsividad
- Trastorno negativista desafiante (TND)
- Baja autoestima
- Dificultades para gestionar las emociones
- Somatizaciones
- Acompañamiento en procesos de separación o divorcio
- Alteraciones del sueño
- Fobias específicas
- Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)
- Trastorno del Espectro Autista (TEA)
- Retraso madurativo
- Trastorno de conducta alimentaria (TCA)
- Encopresis y enuresis (control de esfínteres)
- Mutismo selectivo
- Problemas de conducta
- Problemas de autocontrol e impulsividad
- Trastorno negativista desafiante (TND)
- Baja autoestima
- Dificultades para gestionar las emociones
- Somatizaciones
- Acompañamiento en procesos de separación o divorcio
- Alteraciones del sueño
- Fobias específicas
- Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)
- Trastorno del Espectro Autista (TEA)
- Retraso madurativo
- Trastorno de conducta alimentaria (TCA)
- Encopresis y enuresis (control de esfínteres)
- Mutismo selectivo
- Problemas de conducta
- Problemas de autocontrol e impulsividad
- Trastorno negativista desafiante (TND)
- Baja autoestima
- Dificultades para gestionar las emociones
- Somatizaciones
- Acompañamiento en procesos de separación o divorcio
- Alteraciones del sueño
- Fobias específicas
¿Cómo es nuestro proceso de trabajo?
CONTACTO
Primer espacio de conversación (30 min) para que la familia pueda compartir el motivo de consulta y conocer cómo trabajaremos durante el proceso.
EXPLORACIÓN
Aquí se profundiza: recogida de historia, primeras observaciones, establecimiento de objetivos. Es una sesión completa (45-60 min) y ya forma parte del proceso terapéutico.
INTERVENCIÓN
A partir de la sesión anterior, continuamos con el proceso terapéutico adaptado a las necesidades del niño y su familia. Las sesiones pueden ser individuales con el menor, familiares o combinadas, dependiendo de cada caso.
¿Tienes preguntas?
Te ayudamos
Aquí respondemos las preguntas más frecuentes, para que tengas todo claro desde el principio.
¿Cómo sé si mi hijo/a necesita acudir al psicólogo?
Si observas cambios importantes en su conducta, emociones, rendimiento escolar o relaciones (como tristeza, ansiedad, miedos excesivos, problemas de conducta, rabietas frecuentes o dificultades para relacionarse), puede ser útil consultar. A veces basta con unas pocas sesiones de orientación, y otras veces se recomienda un acompañamiento más continuado.
¿Cuánto tiempo suelen durar las sesiones y el proceso terapéutico?
Las sesiones con niños/as tienen una duración aproximada de 45 minutos, ya que, por su capacidad atencional y emocional, no se recomienda que sean más largas.
En cuanto al tiempo total del proceso terapéutico, depende de cada situación. A veces con pocas sesiones de orientación es suficiente, y en otros casos se necesita un trabajo continuado durante algunos meses. Lo vamos valorando juntos a lo largo del proceso.
¿Es necesario que los padres participen en las sesiones?
Aunque las sesiones suelen ser individuales con el niño/a, la implicación de los padres es fundamental para que la intervención sea efectiva. Es importante trabajar a solas con el niño/a para que pueda expresarse y actuar con naturalidad en un espacio seguro.
Independientemente de esto, los padres reciben pautas y orientaciones para aplicar en casa y forman parte activa del proceso. En algunos casos concretos, se realizan sesiones exclusivamente con los padres, según lo que se necesite trabajar en cada momento.
¿Cómo sé si las rabietas o problemas de conducta de mi hijo/a son normales para su edad?
Es normal que los niños/as atraviesen fases de frustración y rabietas según su etapa evolutiva. Sin embargo, si estas situaciones son muy intensas, frecuentes o difíciles de manejar en casa o en el colegio, puede ser útil consultar para valorar si necesitan apoyo adicional o estrategias específicas.
¿Es necesario esperar a que mi hijo/a sea mayor para acudir a terapia?
No. El trabajo psicológico se adapta a cada edad. En los más pequeños se utilizan herramientas como el juego, los cuentos o los dibujos, que les permiten expresar emociones y trabajar dificultades de forma natural y efectiva. Cuanto antes se intervenga, más fácil es prevenir que los problemas se cronifiquen.
¿Cómo puedo ayudar yo como padre/madre durante el proceso?
Tu implicación es fundamental. Aunque las sesiones sean individuales con tu hijo/a, trabajaremos contigo dándote pautas y orientaciones para acompañarlo en casa. La terapia funciona mejor cuando hay un compromiso conjunto entre el niño/a, la familia y el profesional.